Sorry, you need to enable JavaScript to visit this website.
United Nations Departamento de Asuntos Económicos y Sociales Desarrollo Sostenible
Temas

Montañas

Descripción

En su párrafo 33, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se centra en los efectos que la gestión sostenible de los recursos naturales tiene en el desarrollo social y económico y, por lo tanto, en la importancia de la preservación y la utilización sostenible de los océanos y los mares, los recursos de agua dulce y los bosques, las montañas y las zonas áridas, así como de la protección de la diversidad biológica, los ecosistemas y la flora y fauna silvestres.

Además, en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 15 de la Agenda 2030, se establece la necesidad de “proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad”.

La meta 1 del ODS 15, en particular, menciona explícitamente las montañas entre los ecosistemas que se deben conservar, restablecer y usar de forma sostenible en consonancia con los acuerdos internacionales.

En el documento final de la Conferencia Río+ 20, “El futuro que queremos”, se reconocen, en los párrafos 210 a 212, los beneficios derivados de las regiones montañosas como esenciales para el desarrollo sostenible, además del papel crucial que desempeñan los ecosistemas montañosos en el suministro de recursos hídricos a una gran parte de la población mundial. También se reconoce la importancia de las montañas al albergar a pueblos indígenas y comunidades locales.

En “El futuro que queremos”, se advierte sobre la vulnerabilidad de los ecosistemas montañosos frágiles ante los efectos adversos del cambio climático, la deforestación y la degradación de los bosques, el cambio del uso de la tierra, la degradación del suelo y los desastres naturales, y sobre la marginación de sus comunidades. Por consiguiente, en el documento se invita a los Estados a aumentar las medidas de cooperación con una participación efectiva y un intercambio de experiencias de todos los interesados pertinentes, y a adoptar una visión a largo plazo y enfoques holísticos, en particular mediante la incorporación de políticas específicas para las montañas en las estrategias nacionales de desarrollo sostenible, que podrían incluir, entre otras cosas, planes y programas de reducción de la pobreza en las zonas montañosas, particularmente en los países en desarrollo.

Antes de la Conferencia Río+20, se mantuvieron debates sobre el desarrollo sostenible de las montañas en el tercer período de sesiones de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible y en el decimonoveno período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, celebrado en 1997. Al año siguiente, la Asamblea General también proclamó 2002 como Año Internacional de las Montañas, al aprobar, sin someterlo a votación, un proyecto de resolución recomendado por el Consejo Económico y Social.

El desarrollo sostenible de las regiones montañosas también es el tema del capítulo 13 del Programa 21, que señala que las montañas son una fuente importante de agua, energía, diversidad biológica, recursos vitales, minerales, productos forestales y agrícolas, y medios de esparcimiento. Los entornos montañosos representan importantes ecosistemas que son esenciales para la supervivencia del ecosistema mundial, pero están cambiando rápidamente. Muchas zonas montañosas del mundo padecen un deterioro ambiental. Al mismo tiempo, aproximadamente el 10 % de la población mundial depende directamente de los recursos de las montañas, y un porcentaje mucho mayor se sirve de distintos recursos de las montañas, en particular el agua.

El capítulo 13 también incluye dos esferas de programas con el fin de ahondar el estudio del problema de los ecosistemas montañosos frágiles. Esas esferas son las siguientes:

  • generación y consolidación de conocimientos sobre la ecología y el desarrollo sostenible de los ecosistemas de montaña; y

  • promoción del aprovechamiento integrado de las cuencas hidrográficas y de otros medios de vida.