Desarrollo rural
Descripción
Como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Ban Ki‑moon, en el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio de 2015, las disparidades entre las zonas rurales y las zonas urbanas siguen siendo pronunciadas, y persisten grandes brechas en diferentes sectores:
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Se calcula que, en 2015, todavía unos 2.800 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a servicios energéticos modernos y que más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a la electricidad. En su mayor parte, esta grave carga para el desarrollo recae en las zonas rurales, donde la falta de acceso a servicios energéticos modernos afecta negativamente a la productividad, a los logros educativos e incluso a la salud y, en última instancia, exacerba el círculo vicioso de la pobreza.
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En las zonas rurales, solo el 56 % de los partos se atienden con personal sanitario cualificado, frente al 87 % registrado en las zonas urbanas.
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Alrededor del 16 % de la población rural no utiliza fuentes de agua potable mejoradas, frente al 4 % de la población urbana.
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Aproximadamente el 50 % de los habitantes de las zonas rurales carecen de instalaciones de saneamiento mejoradas, en comparación con el porcentaje de apenas un 18 % registrado entre los habitantes de las zonas urbanas.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 2 de la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo después de 2015 hace un llamamiento para “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”. En particular, la meta 2.a presta especial atención a “aumentar, incluso mediante una mayor cooperación internacional, las inversiones en infraestructura rural, investigación y servicios de extensión agrícola, desarrollo tecnológico y bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de producción agropecuaria en los países en desarrollo, particularmente en los países menos adelantados”.
Información básica
El fomento de la agricultura y del desarrollo rural sostenibles es el tema del capítulo 14 del Programa 21.
El principal objetivo de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles es aumentar la producción de alimentos de manera sostenible y mejorar la seguridad alimentaria. Esto requerirá la adopción de iniciativas en materia de educación, la utilización de incentivos económicos y el desarrollo de tecnologías nuevas y apropiadas, para así garantizar suministros estables de alimentos nutricionalmente adecuados, el acceso de los grupos vulnerables a esos suministros y la producción para los mercados; el empleo y la generación de ingresos para aliviar la pobreza; y la ordenación de los recursos naturales y protección del medio ambiente.
La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) examinó por primera vez el desarrollo rural en su tercer período de sesiones de 1995, cuando observó con preocupación que, si bien se habían registrado algunos avances, se mostraba una decepción generalizada por la lentitud de los progresos hacia una agricultura y un desarrollo rural sostenibles en numerosos países.
La agricultura sostenible también se tomó en consideración en el examen quinquenal de la ejecución del Programa 21 en 1997, momento en el que se instó a los Gobiernos a asignar una alta prioridad al cumplimiento de los compromisos acordados en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, en especial el llamamiento a reducir al menos a la mitad el número de personas desnutridas en el mundo para el año 2015. Este objetivo se vio reforzado por la Declaración del Milenio, aprobada por los Jefes de Estado y de Gobierno en septiembre de 2000, donde se decidió reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de habitantes del planeta que padecían hambre.
De acuerdo con su programa de trabajo plurianual, la agricultura con una perspectiva de desarrollo rural fue una de las principales esferas de interés en el octavo período de sesiones de la CDS, en 2000, junto con la planificación y ordenación integradas de los recursos de tierras como tema sectorial. La documentación justificativa y los debates pusieron de manifiesto los vínculos entre los objetivos económicos, sociales y ambientales de la agricultura sostenible. La Comisión aprobó la decisión 8/4, donde se señalaron 12 prioridades para la acción. Reafirmó que los objetivos principales de la agricultura y el desarrollo rural sostenibles consisten en aumentar la producción de alimentos y fomentar la seguridad alimentaria de una forma ecológicamente racional, de modo que contribuya a la ordenación sostenible de los recursos naturales. Señaló que la seguridad alimentaria, aunque es una prioridad para las políticas de todos los países, sigue siendo una meta sin alcanzar. Asimismo, señaló que la agricultura ocupa un lugar especial e importante en la sociedad y que ayuda a mantener la vida rural y la tierra.
El desarrollo rural fue una de las esferas temáticas del tercer ciclo de aplicación de los períodos de sesiones 16º y 17º de la CDS, junto con la agricultura, la tierra, la sequía, la desertificación y África.
Cada vez se hace más hincapié en el enfoque del desarrollo rural sostenible basado en los nexos, que trata de obtener sinergias de los vínculos entre factores de desarrollo como la energía, la salud, la educación, el agua, la alimentación, el género y el crecimiento económico.
En este sentido, como parte del seguimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) de 2012, el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES), en colaboración con la iniciativa SE4All, ONU‑Energía y la Comisión Económica para África (CEPA), organizó la Conferencia Mundial sobre el Acceso a la Energía en el Medio Rural: Enfoque basado en Nexos para el Desarrollo Sostenible y la Erradicación de la Pobreza, en Addis Abeba (Etiopía), del 4 al 6 de diciembre de 2013.
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