Mexico
MEXICO
Intervención de la Sra. Teresa Rosas Jasso, de la
Delegación de México, en el tema de Agricultura
durante la Reunión Intergubernamental Preparatoria
del 17º Período de Sesiones de la Comisión sobre el
Desarrollo Sostenible.
Martes 24 de febrero de 2009.
Permítame expresar nuestras felicitaciones por su
elección como Presidenta de la Comisión, así como
al resto de los miembros de la Mesa, y comprometer
el apoyo de mi delegación para trabajar
constructivamente en el logro de los objetivos
establecidos para esta reunión.
La agricultura enfrenta grandes retos ante la
necesidad de alimentar a una población creciente,
un escenario de degradación de recursos naturales,
agudizada por los efectos del cambio climático y
por la acumulación de rezagos derivados de la
disminución en la inversión y apoyos dirigidos al
campo.
En ese contexto, es que resulta fundamental
promover que haya una mayor inversión en
infraestructura, investigación y transferencia de
tecnología para los países en desarrollo en materia
agrícola, sobre todo para aquellos sectores más
desfavorecidos.
México tiene interés por un rápido avance en el
trabajo relativo al desarrollo e implementación de
mejores prácticas de producción agrícola y
pecuaria. Se considera importante trabajar en el
desarrollo de investigación y extensión de
variedades mejoradas, incluyendo la investigación
de producción ante el cambio climático.
El uso eficiente, la conservación y el
almacenamiento de agua y el uso apropiado de los
suelos, servirán para paliar riesgos climáticos y
para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de
las actividades primarias. Por ello, a fin de
contrarrestar el deterioro de agua y suelos deben
adoptarse prácticas de conservación, rehabilitación
y mejoramientos de suelos; así como fomentar el uso
sustentable y racional del agua.
Para México la agroenergía puede contribuir al
abastecimiento energético mundial, siempre y cuando
se asegure un aprovechamiento sustentable de la
rica biodiversidad existente, a la vez de fomentar
las condiciones que garanticen el abasto
alimentario y el cuidado de bosques y selvas. Para
ello será importante contar con marcos regulatorios
basados en el conocimiento científico y políticas
económicas adecuadas.
Es importante diseñar políticas orientadas a
convertir la producción agropecuaria en una
prioridad en la agenda nacional de desarrollo e
invertir más en la economía rural. El bienestar de
los productores y la seguridad alimentaria deben
ser asuntos prioritarios en las agendas de
desarrollo nacional.
La crisis alimentaria debe abordarse desde la
perspectiva de la seguridad alimentaria, lo que
requiere de la solidaridad y el apoyo decidido de
la comunidad internacional y de las organizaciones
internacionales involucradas en la producción
agropecuaria y la distribución de alimentos en el
mundo.
Los bancos de desarrollo son particularmente
importantes y estratégicos para brindar
financiamiento a una nueva revolución verde, para
cuyo logro se requerirá invertir en nuevas
tecnologías, prácticas sostenibles de producción,
crédito agrícola, infraestructura rural,
agroindustria, desarrollo de mercados y el
comercio, agroturismo, silvicultura, servicios
medioambientales y capacitación en liderazgo, en
particular para mujeres y jóvenes de las zonas
rurales.
Nuestro país considera importante la contribución
que han hecho los Grupos principales y coincide
con los conceptos planteados por la Federación
Internacional de Productores Agrícolas (IFAP)
relativos a lucha contra la desertificación, el
desarrollo de la bioenergía y la conservación de la
biodiversidad; con una especial atención en el
desarrollo de proyectos agrícolas, pecuarios y
pesqueros que generen empleos sin degradar el medio
ambiente, así como la implementación de mecanismos
novedosos de financiamiento al medio rural.
Asimismo, es importante hacer hincapié en la
importancia de realizar esfuerzos para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero que se
derivan de los procesos productivos en el medio
rural, así como las acciones que promueven mayores
capturas de carbono en suelos y biomasa
consideradas como acciones de mitigación y
adaptación. Si bien aún se requiere desarrollar
metodologías uniformes y estandarizadas a nivel
mundial para su evaluación y medición, estas
acciones y sus posibles evaluaciones, deben tomarse
en cuenta al momento de diseñar los programas de
apoyo al sector.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) en uso del
suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura
(LULUCF) no ha operado por los altos costos de
transacción y múltiples complicaciones; en ese
sentido México considera que el mismo debe ser más
flexible y simplificar sus procedimientos.
Mi delegación desea resaltar la importancia de los
agro-ecosistemas, los cuales no solo proveen de
bienes sino también son generadores de servicios
ambientales a través de buenas prácticas.
Las prácticas de producción del tipo ecológico
incluidas las prácticas agroforestales, pueden
llegar a mejorar las condiciones de los terrenos
productivos mediante la conservación de suelos,
incremento de la biodiversidad, conservación de la
humedad, entre otros beneficios.
Finalmente, para el Gobierno de México resulta de
gran importancia lograr mejoras sustanciales en
materia de acceso a los mercados mundiales y busca
la reducción efectiva de los subsidios a los
productores de los países desarrollados que
distorsionan la producción y el comercio global. La
Ronda Doha constituye una oportunidad para lograr
acuerdos concretos para un comercio más justo y
equilibrado.
Intervención de la Sra. Teresa Rosas Jasso, de la
Delegación de México, en el tema de Agricultura
durante la Reunión Intergubernamental Preparatoria
del 17º Período de Sesiones de la Comisión sobre el
Desarrollo Sostenible.
Martes 24 de febrero de 2009.
Permítame expresar nuestras felicitaciones por su
elección como Presidenta de la Comisión, así como
al resto de los miembros de la Mesa, y comprometer
el apoyo de mi delegación para trabajar
constructivamente en el logro de los objetivos
establecidos para esta reunión.
La agricultura enfrenta grandes retos ante la
necesidad de alimentar a una población creciente,
un escenario de degradación de recursos naturales,
agudizada por los efectos del cambio climático y
por la acumulación de rezagos derivados de la
disminución en la inversión y apoyos dirigidos al
campo.
En ese contexto, es que resulta fundamental
promover que haya una mayor inversión en
infraestructura, investigación y transferencia de
tecnología para los países en desarrollo en materia
agrícola, sobre todo para aquellos sectores más
desfavorecidos.
México tiene interés por un rápido avance en el
trabajo relativo al desarrollo e implementación de
mejores prácticas de producción agrícola y
pecuaria. Se considera importante trabajar en el
desarrollo de investigación y extensión de
variedades mejoradas, incluyendo la investigación
de producción ante el cambio climático.
El uso eficiente, la conservación y el
almacenamiento de agua y el uso apropiado de los
suelos, servirán para paliar riesgos climáticos y
para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de
las actividades primarias. Por ello, a fin de
contrarrestar el deterioro de agua y suelos deben
adoptarse prácticas de conservación, rehabilitación
y mejoramientos de suelos; así como fomentar el uso
sustentable y racional del agua.
Para México la agroenergía puede contribuir al
abastecimiento energético mundial, siempre y cuando
se asegure un aprovechamiento sustentable de la
rica biodiversidad existente, a la vez de fomentar
las condiciones que garanticen el abasto
alimentario y el cuidado de bosques y selvas. Para
ello será importante contar con marcos regulatorios
basados en el conocimiento científico y políticas
económicas adecuadas.
Es importante diseñar políticas orientadas a
convertir la producción agropecuaria en una
prioridad en la agenda nacional de desarrollo e
invertir más en la economía rural. El bienestar de
los productores y la seguridad alimentaria deben
ser asuntos prioritarios en las agendas de
desarrollo nacional.
La crisis alimentaria debe abordarse desde la
perspectiva de la seguridad alimentaria, lo que
requiere de la solidaridad y el apoyo decidido de
la comunidad internacional y de las organizaciones
internacionales involucradas en la producción
agropecuaria y la distribución de alimentos en el
mundo.
Los bancos de desarrollo son particularmente
importantes y estratégicos para brindar
financiamiento a una nueva revolución verde, para
cuyo logro se requerirá invertir en nuevas
tecnologías, prácticas sostenibles de producción,
crédito agrícola, infraestructura rural,
agroindustria, desarrollo de mercados y el
comercio, agroturismo, silvicultura, servicios
medioambientales y capacitación en liderazgo, en
particular para mujeres y jóvenes de las zonas
rurales.
Nuestro país considera importante la contribución
que han hecho los Grupos principales y coincide
con los conceptos planteados por la Federación
Internacional de Productores Agrícolas (IFAP)
relativos a lucha contra la desertificación, el
desarrollo de la bioenergía y la conservación de la
biodiversidad; con una especial atención en el
desarrollo de proyectos agrícolas, pecuarios y
pesqueros que generen empleos sin degradar el medio
ambiente, así como la implementación de mecanismos
novedosos de financiamiento al medio rural.
Asimismo, es importante hacer hincapié en la
importancia de realizar esfuerzos para reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero que se
derivan de los procesos productivos en el medio
rural, así como las acciones que promueven mayores
capturas de carbono en suelos y biomasa
consideradas como acciones de mitigación y
adaptación. Si bien aún se requiere desarrollar
metodologías uniformes y estandarizadas a nivel
mundial para su evaluación y medición, estas
acciones y sus posibles evaluaciones, deben tomarse
en cuenta al momento de diseñar los programas de
apoyo al sector.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) en uso del
suelo, cambio de uso del suelo y silvicultura
(LULUCF) no ha operado por los altos costos de
transacción y múltiples complicaciones; en ese
sentido México considera que el mismo debe ser más
flexible y simplificar sus procedimientos.
Mi delegación desea resaltar la importancia de los
agro-ecosistemas, los cuales no solo proveen de
bienes sino también son generadores de servicios
ambientales a través de buenas prácticas.
Las prácticas de producción del tipo ecológico
incluidas las prácticas agroforestales, pueden
llegar a mejorar las condiciones de los terrenos
productivos mediante la conservación de suelos,
incremento de la biodiversidad, conservación de la
humedad, entre otros beneficios.
Finalmente, para el Gobierno de México resulta de
gran importancia lograr mejoras sustanciales en
materia de acceso a los mercados mundiales y busca
la reducción efectiva de los subsidios a los
productores de los países desarrollados que
distorsionan la producción y el comercio global. La
Ronda Doha constituye una oportunidad para lograr
acuerdos concretos para un comercio más justo y
equilibrado.
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