Bolivia
Intervención de la delegaron de Bolivia en la reunión Intergubernamental Preparatoria
para la 17 sesión de la Comisión de Desarrollo Sostenible. New York, febrero 2009.
Seora presidenta:
Distinguidos Delegados:
Es para mi un honor poder dirigirme a ustedes en nombre de del pueblo y el gobierno de
Bolivia sobre un tema de vital importancia como es del Desarrollo Sostenible y en
particular del desarrollo rural, en un momento tan critico de la historia como este, en el
que nos vemos en las puertas de una crisis múltiple: financiera, climática, energética y
alimentaria, provocadas no por la humanidad en general, sino por los efectos de un
determinado modelo de desarrollo cuyo motor es la ganancia y la acumulación.
Para nadie es desconocido que el modelo de desarrollo vigente ha conducido a la
excesiva concentración de riquezas en pocas manos y que en poco menos de un siglo
está llevando al agotamiento de la tierra, conduciéndola al limite de su capacidad de
reposición, hecho que pone en peligro la vida y la seguridad alimentaría de muchos
países, en particular de los países en desarrollo.
Tal como indica el informe del Consejo Económico, las tres cuartas artes de los mas
pobres del mundo viven en el campo y son pequeños agricultores dedicados a la
agricultura de subsistencia, sin acceso al agua, que trabajan con tierras degradadas,
muchos dedicados al monocultivo, sin tecnología apropiada, por tanto, concordamos
con muchos de ustedes en que si queremos lograr los objetivos del milenio y un
desarrollo verdaderamente sostenible, tenemos que fortalecer el desarrollo rural a través
de políticas adecuadas de inversión en capital humano, del mejoramiento de la
infraestructura, de la formación de recursos humanos, de la transferencia de tecnología,
del desarrollo de conocimientos, pero todas estas medidas resultan limitadas si
continuamos alentando modelos económicos deprecatorios de la naturaleza que
destruyen nuestro propio hogar: La Tierra.
Hemos llegado a un punto en el que ya no se trata de proponer medias paliativas sino de
proponer transformaciones estructurales que nos ayuden a construir un nuevo modelo de
desarrollo que respete la tierra y la Naturaleza. Ahora nos toca repensar conceptos como
competitividad, consumo y el propio concepto de desarrollo, para empezar a pensar
otros alternativos como el concepto de equilibrio, equidad, armonía con la naturaleza,
complementariedad, y solidaridad que nos conduzcan a lo que nosotros llamamos el
Vivir bien.
Para lograr el desarrollo sostenible, para nosotros es fundamental recoger el gran legado
de los pueblos indígenas para el mundo, que es precisamente su filosofía respecto al
relacionamiento con la naturaleza. Los pueblos indígenas le han heredado al mundo una
filosofía holistica, que ve la tierra como un conjunto donde la tierra, los bosques, el
agua no están separados de las y los seres humanos. Es la modernidad capitalista la que
ha separado a la humanidad de la tierra porque entiende el desarrollo como un
enfrentamiento del hombre con la naturaleza y no como una relación de
complementariedad y armonía.
La filosofía de este modelo de desarrollo supone que la naturaleza debe ser sometida a
las necesidades del ser humano. En cambio para los pueblos indígenas la Tierra es como
nuestra madre, porque es la que provee el alimento para la subsistencia diaria, el agua,
los bosques, los animales, por tanto debemos cuidarla porque ella, mas que nuestro
hogar, es nuestra madre, de ella proviene la vida en todas sus formas.
En este sentido, proponemos dos elementos. El primero, recoger las visiones diversas de
los pueblos indígenas sobre formas de producir, sus conocimientos, sus derechos,
porque en ellos esta la alternativa de otro modelo de desarrollo mas humano, de los
cuales debemos rescatar practicas agrícolas y conocimientos en tanto son mas acordes
con los desafíos que imponen los problemas del cambio climático.
Segundo, establecer nivel de las Naciones Unidas el Día Internacional de Madre Tierra,
a ser celebrado cada 22 de abril con el objetivo de potenciar la creación de una
conciencia común sobre la contaminación, la bio diversidad, las cuestiones ambientales
y el cambio climático que beneficie a todas las regiones y países y también las
generaciones futuras.
para la 17 sesión de la Comisión de Desarrollo Sostenible. New York, febrero 2009.
Seora presidenta:
Distinguidos Delegados:
Es para mi un honor poder dirigirme a ustedes en nombre de del pueblo y el gobierno de
Bolivia sobre un tema de vital importancia como es del Desarrollo Sostenible y en
particular del desarrollo rural, en un momento tan critico de la historia como este, en el
que nos vemos en las puertas de una crisis múltiple: financiera, climática, energética y
alimentaria, provocadas no por la humanidad en general, sino por los efectos de un
determinado modelo de desarrollo cuyo motor es la ganancia y la acumulación.
Para nadie es desconocido que el modelo de desarrollo vigente ha conducido a la
excesiva concentración de riquezas en pocas manos y que en poco menos de un siglo
está llevando al agotamiento de la tierra, conduciéndola al limite de su capacidad de
reposición, hecho que pone en peligro la vida y la seguridad alimentaría de muchos
países, en particular de los países en desarrollo.
Tal como indica el informe del Consejo Económico, las tres cuartas artes de los mas
pobres del mundo viven en el campo y son pequeños agricultores dedicados a la
agricultura de subsistencia, sin acceso al agua, que trabajan con tierras degradadas,
muchos dedicados al monocultivo, sin tecnología apropiada, por tanto, concordamos
con muchos de ustedes en que si queremos lograr los objetivos del milenio y un
desarrollo verdaderamente sostenible, tenemos que fortalecer el desarrollo rural a través
de políticas adecuadas de inversión en capital humano, del mejoramiento de la
infraestructura, de la formación de recursos humanos, de la transferencia de tecnología,
del desarrollo de conocimientos, pero todas estas medidas resultan limitadas si
continuamos alentando modelos económicos deprecatorios de la naturaleza que
destruyen nuestro propio hogar: La Tierra.
Hemos llegado a un punto en el que ya no se trata de proponer medias paliativas sino de
proponer transformaciones estructurales que nos ayuden a construir un nuevo modelo de
desarrollo que respete la tierra y la Naturaleza. Ahora nos toca repensar conceptos como
competitividad, consumo y el propio concepto de desarrollo, para empezar a pensar
otros alternativos como el concepto de equilibrio, equidad, armonía con la naturaleza,
complementariedad, y solidaridad que nos conduzcan a lo que nosotros llamamos el
Vivir bien.
Para lograr el desarrollo sostenible, para nosotros es fundamental recoger el gran legado
de los pueblos indígenas para el mundo, que es precisamente su filosofía respecto al
relacionamiento con la naturaleza. Los pueblos indígenas le han heredado al mundo una
filosofía holistica, que ve la tierra como un conjunto donde la tierra, los bosques, el
agua no están separados de las y los seres humanos. Es la modernidad capitalista la que
ha separado a la humanidad de la tierra porque entiende el desarrollo como un
enfrentamiento del hombre con la naturaleza y no como una relación de
complementariedad y armonía.
La filosofía de este modelo de desarrollo supone que la naturaleza debe ser sometida a
las necesidades del ser humano. En cambio para los pueblos indígenas la Tierra es como
nuestra madre, porque es la que provee el alimento para la subsistencia diaria, el agua,
los bosques, los animales, por tanto debemos cuidarla porque ella, mas que nuestro
hogar, es nuestra madre, de ella proviene la vida en todas sus formas.
En este sentido, proponemos dos elementos. El primero, recoger las visiones diversas de
los pueblos indígenas sobre formas de producir, sus conocimientos, sus derechos,
porque en ellos esta la alternativa de otro modelo de desarrollo mas humano, de los
cuales debemos rescatar practicas agrícolas y conocimientos en tanto son mas acordes
con los desafíos que imponen los problemas del cambio climático.
Segundo, establecer nivel de las Naciones Unidas el Día Internacional de Madre Tierra,
a ser celebrado cada 22 de abril con el objetivo de potenciar la creación de una
conciencia común sobre la contaminación, la bio diversidad, las cuestiones ambientales
y el cambio climático que beneficie a todas las regiones y países y también las
generaciones futuras.
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