Argentina
Argentina se asoció con lo señalado por el G77. Siendo un país cuya economía se sustenta principalmente de la actividad agropecuaria, llamó la atención respecto de la necesidad de promover procesos sustentables de producción agrícola que contemplen los posibles impactos negativos en el ambiente que la misma puede acarrear. Desde el punto de vista internacional, se debe también llamar la atención a las consecuencias que trae la utilización de subsidios a la agricultura por parte de algunos países desarrollados, los que producen una marcada distorsión del comercio internacional provocando daños y efectos adversos al ambiente. Asimismo, señaló que el compromiso de perseguir objetivos ambientales y de abordar al mismo tiempo las preocupaciones relacionadas con el desarrollo, implica necesariamente abordar cuestiones de acceso y liberalización del comercio, para evitar la sobreproducción. Una cuestión fundamental para el desarrollo sostenible en los países en desarrollo es la liberalización, o el establecimiento, de ramas de producción que no reproduzcan las pautas de consumo de energía y agotamiento de la diversidad biológica de otros países -particularmente los desarrollados-. Ello sólo será posible si se permite a los países mejorar su capacidad comercial en aquellos sectores donde tiene ventajas comparativas derivadas de sus condiciones locales. Las condiciones de comercio abiertas, transparentes y equitativas, sin distorsiones, y la eliminación de los subsidios a la producción agrícola en los países desarrollados es una condición clave para promover la agricultura, y el desarrollo sostenible, erradicar la pobreza y proteger sus recursos naturales. La DA no olvidó que el concepto de "multifuncionalidad" de la agricultura conlleva la continuidad de prácticas insostenibles, es un instrumento para perpetuar el proteccionismo y obliga a paises que son naturalmente competitivos en la producción a enfrentarse a condiciones de mercado distorsionadas que no ayudan a erradicar la pobreza. Finalmente, indicó que la producción orgánica, cuyo objetivo principal es la producción de alimentos saludables, de la mejor calidad nutritiva, sin contaminantes y obtenidos mediante sistemas de trabajo sustentables, tiene un valor mayor en todos los sentidos en la medida que no implique distorsiones al comercio. Además, indicó que la protección de los bosques nativos es fundamental por los servicios ecosistémicos que producen.
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