Descripción

El desarrollo industrial inclusivo y sostenible se ha incorporado, junto con las infraestructuras resilientes y la innovación, como Objetivo de Desarrollo Sostenible 9 en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Tanto la Agenda 2030 como la Agenda de Acción de Addis Abeba se centran en la relevancia del desarrollo industrial inclusivo y sostenible como base del crecimiento económico sostenible.

La Agenda de Acción de Addis Abeba, en su párrafo 11, se compromete a determinar “las medidas pertinentes” y a tratar de “corregir las carencias graves” relativas a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, “con intención de aprovechar sus considerables sinergias, de modo que la aplicación en un ámbito contribuya al progreso en los demás”. Por lo tanto, la Agenda ha definido una serie de esferas transversales que se basan en esas sinergias.

Entre esas esferas transversales, los párrafos 15 y 16 de la Agenda de Acción de Addis Abeba se centran, respectivamente, en la “promoción de la industrialización inclusiva y sostenible” y en la “generación de empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos y promoción de las microempresas y las empresas pequeñas y medianas”.

Antes de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Agenda de Acción de Addis Abeba, también se abordó la relevancia del desarrollo industrial inclusivo y sostenible como base del crecimiento económico sostenible en la Declaración de Lima: Hacia un desarrollo industrial inclusivo y sostenible, aprobada en diciembre de 2013.

El párrafo 2 de la Declaración de Lima reza del modo siguiente: “la industrialización es un motor del desarrollo. La industria aumenta la productividad y la creación de empleo y genera ingresos, y así contribuye a la erradicación de la pobreza y la consecución de otros objetivos de desarrollo y proporciona oportunidades de inclusión social, lo que incluye la igualdad entre los géneros, empoderando a las mujeres y las niñas y creando empleo decente para los jóvenes. A medida que la industria se desarrolla, impulsa un aumento del valor añadido y fomenta la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación, con lo que alienta una mayor inversión en capacitación y educación y proporciona, de ese modo, los recursos para cumplir objetivos de desarrollo más amplios, inclusivos y sostenibles”.

En el capítulo II del Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo, también se señaló la relación de refuerzo mutuo entre el desarrollo social e industrial y el potencial de industrialización para promover, de manera directa e indirecta, una serie de objetivos sociales como la creación de empleo, la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, las normas laborales y un mayor acceso a la educación y la atención de la salud.

El Programa 21 y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo brindan el marco fundamental para el debate político y las medidas relativas a los asuntos relacionados con la industria y el desarrollo sostenible. Si bien la función de los sectores empresarial e industrial, en calidad de grupo principal, se aborda específicamente en el capítulo 30, las cuestiones relacionadas con la industria y el desarrollo económico, los modelos de consumo y producción, el desarrollo social y la protección del medio ambiente son transversales a todo el Programa 21, incluida su sección 4, “Medios de ejecución”.